Tipos de tratamientos contra la depresión
¿Qué es la depresión?
La depresión o trastorno depresivo mayor (TDM) es un trastorno del estado de ánimo que afecta al 2-6% de la población en la mayoría de los países. Puede presentarse con síntomas leves, moderados o severos, los cuales afectan la vida diaria e interfieren con la capacidad para trabajar, las relaciones y la calidad de vida del paciente. Cuanto más graves son los síntomas, más interfiere la depresión en la vida de la persona.
¿Cómo se trata la depresión?
Hoy en día existen varios tratamientos diferentes a disposición de los pacientes diagnosticados con depresión por un profsional médico. Los más comunes son la farmacoterapia (medicamentos antidepresivos), la psicoterapia, y la neuromodulación (estimulación cerebral).
Farmacoterapia
Los fármacos antidepresivos (TCA, ISRS, IRSN, etc.) tienen como objetivo corregir los desequilibrios químicos en el cerebro causantes de la depresión, mediante la regulación del número de neurotransmisores. El tratamiento se administra a través de unas píldoras o cápsulas orales que son recetadas al paciente por un psiquiatra y que se toman durante períodos de tiempo de moderada a larga duración. Los antidepresivos presentan una tasa de eficacia de alrededor del 43% (NIMH, 2006), sin embargo, la tasa respuesta es muy personal y el efecto puede ser diferente según el antidepresivo que se use.
Los antidepresivos generalmente se consideran seguros. Los efectos secundarios más comunes son problemas relacionados con el sueño, el apetito, la digestión, el aumento o la pérdida de peso involuntarios y la disfunción sexual. Los antidepresivos también pueden interferir con otros medicamentos y/o condiciones médicas como el embarazo, por lo que es importante tomarlos según las indicaciones del médico que los haya prescrito.
Psicoterapia
La psicoterapia (TCC, TPI, etc.) es una terapia de conversación basada en la interacción humana y en el uso profesional de una serie de herramientas psicológicas que fomentan cambios en los patrones de comportamiento y en la forma de procesar las emociones. El paciente se reúne regularmente con un psicoterapeuta y, por lo general, se le prescribe el tratamiento durante un período de tiempo largo, de entre 1 a 5 años. La psicoterapia se puede combinar con otros tipos de tratamiento contra la depresión, como los fármacos o la neuromodulación, para lograr un efecto aumentado del tratamiento y una mejoría más rápida.
La psicoterapia es un método seguro para tratar a pacientes de todas las edades, incluidos los niños, ya que no se realiza ninguna intervención físicamente intrusiva. Sin embargo, dado que se estima que la respuesta al tratamiento con psicoterapia es lenta, no es adecuado su uso como monoterapia en casos de depresión severa. Además, la psicoterapia requiere muchos recursos, por lo que en los países occidentales solo 5 de cada 100 personas que reciben medicación contra la depresión también tienen acceso a psicoterapia (Official Statistics of Finland, 2016).
Neuromodulación
El término neuromodulación engloba aquellas técnicas de estimulación cerebral que tienen como objetivo restablecer el equilibrio en la actividad cerebral mediante el uso de corrientes eléctricas o magnéticas. Para ello, las terapias de neuromodulación hacen uso un dispositivo médico que produce la corriente y de unos electrodos para aplicar los estímulos en un área determinada del cerebro o del cuerpo del paciente con el objetivo de influir en los niveles de actividad de ciertos nervios o redes neuronales. Las terapias de neuromodulación se dividen en dos categorías: invasivas o no invasivas.
La neuromodulación invasiva consiste en implantar quirúrgicamente varios componentes electrónicos en el cuerpo del paciente: un pequeño dispositivo de estimulación (a menudo colocado en el área del pecho), electrodos (colocados en las áreas que se deseen estimular) y los cables que los conectan. El dispositivo de estimulación envía estímulos, como por ejemplo, impulsos eléctricos, a través de los cables hasta los electrodos, los cuales estimulan los nervios elegidos para obtener el resultado deseado. Ejemplos de neuromodulación invasiva son la estimulación cerebral profunda (ECP), la estimulación de la médula espinal (EME) y la estimulación del nervio vago (ENV), que se usan más comúnmente para tratar los trastornos del movimiento, el dolor y la epilepsia, respectivamente. Puede leer más sobre la neuromodulación invasiva en este artículo.
En la neuromodulación no invasiva, el dispositivo y los electrodos utilizados para estimular las áreas seleccionadas del cerebro se sujetan externamente al cráneo. Para tratar la depresión, la Terapia Electroconvulsiva (TEC) y la Estimulación Magnética Transcraneal (EMT) son los métodos más utilizados hasta el momento. La estimulación trancraneal por corriente continua (tDCS) es un método de estimulación relativamente nuevo para tratar la depresión y es el método utilizado por Sooma Therapy.
Terapia electroconvulsiva (TEC)
La terapia electroconvulsiva es un método de neuromodulación no invasivo que utiliza una fuerte corriente eléctrica para inducir un ataque epiléptico con el objetivo de restablecer el equilibrio biológico normal en el cerebro. La corriente se administra mediante electrodos colocados externamente en la cabeza, mientras el paciente está bajo anestesia general y supervisado por un médico, un anestesiólogo y enfermeras capacitadas. Los resultados generalmente son visibles después de aproximadamente 2 semanas de tratamientos (aproximadamente 6 sesiones). La TEC generalmente se considera una terapia segura, y los mayores riesgos están relacionados con la anestesia. Sin embargo, existe ciertos riesgos asociados con la pérdida de memoria y la posibilidad de paro cardíaco. Los efectos secundarios comunes pero no graves de la TEC incluyen confusión, náuseas, dolor de cabeza y dolor en la mandíbula y en los músculos.
Estimulación Magnética Transcraneal (EMT)
La estimulación magnética transcraneal es un método de neuromodulación no invasivo que utiliza pulsos electromagnéticos para crear corriente eléctrica en áreas específicas del cerebro. La corriente afecta al cerebro al estimular las células nerviosas para que descarguen señales comunicativas dentro del tejido cerebral. Los tratamientos de EMT se administran mediante el uso de una bobina electromagnética y deben realizarse en un hospital bajo la supervisión de un médico. El tratamiento consiste en 20-30 visitas al hospital durante un período de 4-6 semanas. TMS se considera seguro, sin embargo, existe un ligero riesgo de convulsiones, por lo que se requiere la supervisión de un médico. Los efectos secundarios no graves incluyen molestias durante la estimulación, dolor de cabeza, mareos y pérdida de la audición.
Estimulación Transcraneal por Corriente Directa (tDCS)
La estimulación transcraneal por corriente continua es un método de neuromodulación no invasivo que utiliza una corriente eléctrica débil para estimular áreas específicas del cerebro. Según el área elegida, la estimulación aumenta o disminuye la probabilidad de que las células nerviosas descarguen señales comunicativas. En tDCS, la corriente se envía al cerebro desde un pequeño dispositivo portátil alimentado por batería a través de dos electrodos. Un curso de tratamiento implica de 10 a 20 sesiones en el transcurso de 2 a 4 semanas. La tDCS se considera un método de tratamiento seguro que no causa efectos adversos graves. Los efectos secundarios no graves incluyen dolor de cabeza leve, sensación de picazón en el área de estimulación y enrojecimiento del cuero cabelludo. La tDCS se puede utilizar como terapia independiente o como tratamiento de mantenimiento para retener los efectos después de un ciclo de tratamiento agudo con TEC o EMT. Como el tratamiento es seguro y no implica riesgos ni efectos secundarios graves, se puede realizar tanto en una clínica como de forma segura en el domicilio del paciente.
tDCS es el método de tratamiento que ofrece Sooma para tratar la depresión con el nombre de Sooma Depression Therapy, indicada para el Trastorno Depresivo Mayor. Sooma ha estado trabajando en estrecha colaboración con los principales expertos en neuromodulación para desarrollar esta solución de tratamiento contra la depresión. Los resultados más recientes de Sooma (Sooma, 2019) mostraron una tasa de respuesta del 61% y una tasa de remisión del 20% en una muestra de 302 pacientes. Además, los resultados demostraron que, en un total de 4022 sesiones de tratamiento, no hubo efectos adversos graves.
